La Telaraña Cultural en Xalapa # 2
Acela
Castro López*
La maestra Acela Castro López, observante honoraria de nuestro Observatorio, nos obsequia una mirada a distintas manifestaciones culturales que encuentra en su andar por las calles de Xalapa. Una mirada que la lleva a cuestionar sobre la aplicación de los programas sociales en un año electoral donde los mismos son utilizados como moneda de cambio. Los invitamos a disfrutar de la lectura de esta nueva entrada después de un receso por el retorno de las vacaciones.
Otra
tarde de café, de reflexión, recordando lo observado al recorrer las empinadas
calles de esta hermosa ciudad, Xalapa, la “Atenas Veracruzana”, y ver a los
ciudadanos participar en el tejido cultural.
¿Cómo
se aplican los programas sociales y a quienes benefician?
Este
cuestionamiento tiene su origen al observar a las mujeres, sentadas o de pie,
ofreciendo productos de maíz como tortillas de mano, picadas o también llamadas
pellizcadas, tlacoyos rellenos de frijol o de boronas de chicharrón; el primer
pensamiento es ¡Ay caramba, mujeres emprendedoras, que hacen su lucha por
conseguir ingresos extras y apoyar la economía de sus familias!
Pero me
doy cuenta que son dos mujeres en cada esquina, con ropas humildes, de diferentes
edades, incluso jovencitas que aún no son jefas de familia, y las escucho
platicar sobre la venta, o preguntar por otras vendedoras conocidas; entonces
percibo que no son vendedoras aisladas, que están agrupadas, organizadas y que
mientras unas en casa se dedican a elaborar los productos palmeando la masa y
cociéndola en el fogón, otras salen a vender a las calles, cerca de lugares de
afluencia.
Como
soy curiosa, algunas veces platico con ellas, hago preguntas para enterarme por
qué hay tantas vendiendo lo mismo, y es cuando me entero que son cooperativas,
que tienen líderes, que están organizadas. Aquí es cuando cambia mi
apreciación.
Después,
al leer el periódico, navegando en internet o escuchando noticias en la radio,
me entero de que SEDESOL ofrece apoyos económicos a grupos emprendedores, y
entonces viene la asociación de los hechos y surge la pregunta: ¿Por qué las
mujeres aparentemente se empoderan con los pequeños emprendimientos?
Otro
giro comercial parecido son las salas de belleza que comenzaron a proliferar en
las colonias y que dan servicio mientras dura el apoyo económico, pero después
desaparecen, porque instalaron dos o tres en la misma cuadra, y es una mala
competencia o tal vez los recursos que recibieron fueron absorbidos por el pago
de la renta y acondicionamiento del espacio, además de la poca demanda de su
servicio.
También
surgieron guarderías infantiles en zonas de escasos recursos. En estos espacios
hay una o varias emprendedoras que adecúan las instalaciones y administran la cuota
mensual que reciben por cada infante inscrito, y supongo que también lo aplican
a los gastos del negocio y esto permite que el cobro por el servicio sea
accesible a las madres trabajadoras que necesitan que cuiden a sus hijos, en su
mayoría mujeres solteras, divorciadas o abandonadas que deben sacar adelante a
los hijos y que se dedican al trabajo doméstico. Aquí surge otro
cuestionamiento: ¿El apoyo oficial de la cuota por cada niño que recibe la
empresaria es suficiente para que ofrezca el servicio de guardería gratuito
para este tipo de clientela? ¿Cómo se supervisa la aplicación correcta de los
fondos y las beneficiadas? ¿Son auditadas? Me viene a la memoria algunos
accidentes ocurridos en este tipo de negocios.
El
último giro que surgió y he podido observar son los talleres de costura, que
consisten en espacios en donde hay una costurera experta, una mesa de trabajo,
máquinas de cocer y ofrecen clases de corte para confeccionar prendas de
vestir, compostura de ropa, o clases de bordado, esto último como terapia
ocupacional para mujeres mayores de edad que se reúnen a elaborar sus productos
mientras socializan. Este giro no ha proliferado igual que el de las salas de
belleza, pero existen algunos en diferentes puntos de la ciudad.
Otro
programa de apoyo social es el que se aplica para la mejora o construcción de
la vivienda y que también es observable ya que las familias beneficiadas, de
escasos recursos, al tener acceso a materiales o créditos que reciben y pagan
de acuerdo a sus ingresos, mejoran sus hogares. Quienes han recibido estos
apoyos manifiestan que les ha sido útil y han mejorado su forma de vida.
Todo
lo anterior permite dar fe que existen programas de apoyo social a población
vulnerable, lamentablemente el número y la selección de beneficiados es lo
cuestionable, así como la aplicación total de lo presupuestado oficialmente, y
también la permanencia y continuidad. Pero el más grande cuestionamiento es a
quién empoderan estos programas: a los caciques, los líderes políticos de
colonias, sindicatos, asociaciones civiles, agrupaciones u organizaciones no
gubernamentales, o a las donatarias.Sobre
todo en un año electoral en donde se aplica el canje o trueque.
*Egresada del
INBA, funcionaria en CONALEP, Instituto Nacional del Consumidor y otras
dependencias. Su experiencia cultural se ha centrado en promover el desarrollo
integral de las personas, para vivir mejor en sociedad. Ha impartido talleres
desde preescolar hasta adultos mayores en el Distrito Federal, y los Estados de
Hidalgo, Morelos, Guanajuato, San Luis Potosí, Querétaro, Oaxaca, Quintana Roo,
Veracruz. Actriz, directora y maestra de teatro (INBA) en IRBAO, SARH, CONALEP,
SEP, IVEC. Se inició como actriz, en los años 60, directora de teatro en los 80
en Orizaba y Distrito Federal, así como en otras ciudades y últimamente en
Xalapa; además es escritora independiente. Es Toastmaster distinguida,
comunicadora y lider de excelencia. Ha sido Promotor en la SEP, el ISSSTE, el
INCO; gestor cultural y tallerista en PROFECO.
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